5 Mentiras de la empresa digital

¿Existen mentiras en la empresa digital? Es cierto que la tecnología puede dar mucha ventaja a nuestro negocio, pero ¿es aplicable a todos los negocios? ¿Todos los negocios tienen que ser digitales? ¿Hay tecnologías para poder digitalizarlo todo?

La transformación digital de una empresa es, obviamente, mucho más que tecnología. De hecho, sin las personas, el más sofisticado aparataje tecnológico que hayamos planeado, fracasará sin remedio.

Pero no es menos cierto que el uso de la tecnología puede influir decisivamente en nuestra cuenta de resultados y condicionar, para bien o para mal, el futuro de nuestras empresas.

A la pregunta de si todo es «digitalízable», se podría responder que sí, casi con total seguridad. También a las tecnologías para poder digitalizarlo todo, o casi. Ya podemos diseñar aplicaciones móviles a medida que aprovechen datos ofrecidos por otras aplicaciones, Internet, los propios clientes, etc. Y son soluciones sorprendentemente económicas, para los resultados que pueden ofrecer.

Sin embargo, sobre si todos los negocios tendrán que ser digitales, o serán, en el futuro, hay quien discrepa con toda la razón. Está claro que, si una empresa no se digitaliza no tiene por qué desaparecer. Pero es una verdad como un templo que va a perder competitividad a larga, ya sea porque se digitalice la competencia actual, como porque entren nuevos competidores con un grado de digitalización mayor.

Estos competidores accederán mejor a viejos y nuevos clientes y tendrán procesos más optimizados con mejores costes; o sea, que serán más competitivos ¿Qué, no? ¿Te acuerdas de Toys ‘r’ Us?

5 Mentiras de la empresa digital y las nuevas tecnologías

Las mentiras de la empresa digital, las verdades a medias y las leyendas urbanas también existen. Lo que intentaremos es arrojar un poco de luz sobre las que parecen más evidentes o que están más en boca de todos.

Y, sobre la transformación digital, hay muchas. Las fundamentales son las que recogemos a continuación; pero esto no quiere decir que sean las únicas.

01 La transformación a empresa digital es cara.

No es verdad, esta es la primera gran mentira. Las mentiras de la empresa digital empiezan por dar por sentado que la transformación digital es cara. Puede serlo, pero no tiene por qué. La optimización de procesos tiene como resultado el ahorro de costes y existen numerosas soluciones digitales de bajo coste o, incluso, gratuitas. No dejes que los nombres rimbombantes que le han puesto los vendedores a sus «árboles», big data, cloud hosting, cloud computer, Internet de las cosas, machine learning, RPA, CRM, etc., te impidan ver el «bosque» de soluciones que pueden ser útiles para tu negocio con unos costes muy ajustados.

Pero, si quieres hacer números, piensa en lo que va a costarte no hacer esa transformación. La transformación digital no es una cosa que ocurre de un día para otro. Es un plan, con una hoja de ruta, para desarrollar en un periodo de tiempo a medio y largo plazo; un plan a futuro.

Ahora piensa en el coste que puede tener ese mismo plan dentro de unos años, cuando tu competencia te pise los talones, tus márgenes sean menores o el retorno de la inversión sea a más largo plazo. Tal vez entonces sea tarde.

02 La tecnología es lo más importante.

Para nada. Es otra de las grandes mentiras de la empresa digital. La tecnología es solo un medio, el fin es tu propia organización y el cliente, o sea, las personas. Centrarse solo en las cuestiones tecnológicas constituye un grave error y puede suponer un completo fracaso del modelo de negocio; por más tecnológico que éste sea. Son las personas las que harán posible ese cambio, tanto las que conforman tu equipo de trabajo, como las que están al otro lado como clientes. Esto no va de cacharros, va de personas.

Los retos a los que se enfrenta el negocio seguirán siendo muy parecidos a los de antes, solo hemos cambiado el cómo. Seguiremos necesitando más clientes, tratarlos bien, tener un buen producto y servicio, y hacer que el cliente tenga una buena experiencia con nosotros.

03 Todas las empresas son, o van a ser, digitales.

Es posible, incluso probable, pero nunca necesariamente. Siempre vamos a necesitar ropa, por ejemplo; pero ya hace mucho que no necesitamos Tuenti. Y era 100% digital. Lo mismo podría ocurrir con Facebook, Pinterest, Instagram, etc.

Es obvio que todas empresas pueden beneficiarse de la digitalización; un buen número de ellas, incluso, puede crear o convertir sus productos en digitales; pero no todas lo harán ni deben hacerlo. En busca de la calidad en las operaciones, puede haber procesos que no requieran la digitalización, no la soporten, o resulte más engorroso que dejarlo como está.

Como norma general, cualquier empresa que haya nacido antes de la explosión de todo lo digital, debe acometer un proceso de transformación, antes o después, para adaptarse a las nuevas condiciones de mercado, a la competencia que se avecina y que va a hacer que las empresas menos digitalizadas vayan sufriendo una pérdida de competitividad que podría ser fatal para su subsistencia.

Ante la pérdida de competitividad

De una forma u otra, tendrás que digitalizarte. Desde dentro de tu organización o mediante consultoría externa, da igual.

Y, ojo, porque digitalizar no es tener una web y publicar algo de vez en cuando en redes sociales. Eso es solo la punta del iceberg. Otra de las mentiras de la empresa digital, o más bien una verdad a medias. Bajo esa pequeña cúspide de hielo, está todo un enorme fondo en forma de transformación del negocio, los procesos, la forma de trabajo y la cultura cooperativa de todos y cada uno de los miembros de tu negocio y de tus clientes.

Pero sigamos con las mentiras de la empresa digital.

04 La digitalización hará desaparecer el negocio físico.

Es un miedo que, más que las propias empresas, tienen muchos trabajadores. Y no es así. Es más, en la mayoría de los casos la empresa digital conserva su implantación física por muchos motivos. Podría poner muchos ejemplo, pero voy a quedarme con uno un tanto peculiar, el «banco no banco».

ING es una empresa holandesa ampliamente digitalizada y que nació sin oficinas, sin negocio físico, por así decirlo. Sin embargo, su modelo de negocio digital, escuchó las peticiones que sus clientes demandaban y pasó a tener oficinas. Su modelo digital ahora tiene presencia física en todas las capitales de provincia españolas.

Otro ejemplo puede ser el propio de Toys ‘r’ Us. Si has leído el enlace de antes, sabrás que quebró en todo el mundo. Sin embargo la juguetera americana se salvó en España y Portugal adoptando una solución drástica, la transformación digital completa de su negocio. Apostando por las nuevas tecnologías, la venta electrónica; la entrega rápida; y un nuevo estudio de los gustos de sus clientes potenciales. Así decidió apostar, por ejemplo, por las consolas, buscando atraer a un público joven

Por más tecnológicos y digitales que seamos, necesitamos el contacto con el cliente para que todo marche. Seguro que podemos digitalizar una panadería, pero el cliente necesitará un sitio al que ir a por el pan; porque, de momento, no es rentable llevarlo a domicilio.

Pero, en todo caso, tampoco hay que alarmarse si el proceso de transformación nos lleva a una empresa sin negocio físico. El trabajo seguirá estando ahí, los clientes también, y siempre hará falta mano de obra para continuar con los procesos internos de mejora, para atender las cuestiones tecnológicas, para desarrollar nuevas estrategias, y, para que todo eso de como resultado la comunión del binomio clientes + productos. Las personas siempre, siempre, van a ser el capital más valioso de cualquier organización.

Tampoco debemos fiarnos de nuestro modelo de negocio si nos va bien. Me explico. Muchas empresas tienen un estatus, conseguido a base de muchos años de sacrificio y esfuerzo, que les permite estar en una zona de relativa calma empresarial. Pero, cuidado, porque esa zona de confort pronto podría verse afectada por la digitalización. Cualquiera podría crear mañana un negocio digital que hiciera tambalearse los cimientos del tuyo. Por eso es bueno que vayamos preparando nuestras empresas para competir en ese mercado.

05Cualquiera, incluso sin experiencia, puede hacerlo.

No es cierto. De hecho ese es otro de los grandes males que aquejan a las empresas que inician procesos de transformación digital. Las personas que deben llevarlos a cabo, no están preparadas o no tienen la experiencia necesaria para gestionar el cambio. Tanto es así que, no pocas veces, cuando entramos en una empresa para transformarla y sabemos que son necesarios algunos cambios, el primero que habría que hacer sería despedir al que nos ha contratado.

Obviamente no se puede hacer eso, de modo que resulta más interesante invertir en formar a las personas que componen tu organización, pero empezando por tí mismo, Sr. Gerente. No sé cuánta gente de tu empresa se querrá subir al carro, pero ya te digo que se bajarán algunos; no hay problema. No necesitamos oposición, sino equipos altamente preparados para responder con rapidez y serenidad a las exigencias del mercado.

Te prometo que no va a ser fácil. Todo tu equipo, y tú mismo, váis a pasar un proceso largo y seguramente doloroso; pero la recompensa lo vale, es la supervivencia en un mundo digital.

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